Archive for 06.12

Catalizadores

Una de las preguntas más frecuentes con las que nos encontramos durante el transcurso de la vida es: si tuvieras la oportunidad de decidir, ¿cómo preferirías morir? Y casi siempre cuando me la hacen esto termina en un debate de entre morir solo y tranquilo, o en una guerra o invasión de extraterrestres.

La idea de que un día se van a unir fuerzas alienígenas para visitar este planeta, y no con el fin destruirlo, más bien cambiarlo siempre me ha coqueteado. Y cuando me doy cuenta de no estar solo con esta fantasía, es cuando más ganas me dan que pase. Pero, ¿qué tal si esta ilusión futura solo enmascara un concepto más profundo?

Puede que estas visiones distópicas de un futuro en guerra, extraterrestres en el poder con sus nuevas tecnologías y formas de pensar, y sentirte en comunidad con otros seres humanos por la primera vez desde que terminó la niñez signifique una revolución, un cambio de paradigma político y un nuevo sentido de identidad social.

Aunque se dice que la guerra ya se acabó, que terminó con la publicidad, en alguna parte del mundo donde hay una crisis económica está ocurriendo una. Pero puede que la más grande todavía no haya llegado. Vivimos en un presente pre-apocalíptico donde vivimos un fundamentalismo nuclear. Estados Unidos, Rusia, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Francia, y la República Popular de China, estos son los países con bombas nucleares que en un momento decidirán el futuro del mundo.

Por otro lado, los países nación están a punto de colapsar, y sus últimas patadas serán el control sobre otros países para conservar su hegemonía. En un país donde los del sur tienen una cultura socio-ideológica completamente diferente a los del norte, u otro donde los estados del medio se consideran como un retraso a la humanidad, se empieza a considerar que tal vez deberíamos empezar a prepararnos para revoluciones civiles, o como dice Zach De la Rocha: La guerra está justo afuera de tu puerta.

Pero hay otra revolución que hay considerar, y una que dice Bruce Sterling, nunca ha ocurrido, y esa es la de los medios. Cuando se decida liberarse de estar atado a un teléfono para no tener que ver a alguien, a una computadora para reemplazar interacciones reales, a un carro para ir a la tienda de una cuadra, a un horno de microondas para no tener que esperar, o a una televisión para no sentirse solo, estaremos frente a una revolución mediática que solo hasta ahora se ha imaginado.

Existen campañas como media detox de adbusters, que propone desaparecer por una semana; o slow media movement, que dice que hay que regresar a 1985 por lo que aguantes. Pero también no se trata tanto de lo que aguantes, sino de lo que te dejen. Aunque trates, es casi imposible ignorar todos los correos electrónicos, llamadas, mensajes de texto, y comentarios en redes sociales. Dice Tom Jackson que cada vez que te distrae un correo electrónico toma un minuto regresar a lo que estabas haciendo. Y que sumándolo, el empleado promedio usa 800 horas al año de su tiempo leyendo correos. Lo que me hace pensar que seguramente si en la prehistoria hubiera existido twitter nunca habrían inventado la rueda.

Los medios no nos dejan alcanzar clímax, no nos dejan perdernos. Esto en teoría debería significar que estamos más felices, porque tenemos todo en control, y eso es lo que 
“queremos”, pero con las estadísticas diciendo que la depresión va subiendo como enfermedad líder no queda más que pensar que no están sirviendo. Hay más gente con celulares que con agua potable– pero aun así nos sentimos más desconectados.

Sobre el cambio de paradigma político, es fácil compararlo con una invasión marciana gracias a la naturaleza inverosímil de ambas. “Es más fácil imaginarnos el fin del mundo que el fin del capitalismo” dice Zizek. Aquí entran en juego las fronteras: Yo ya no ocupo vivir en America para sentir el capitalismo. Las fronteras ya no están reducidas a espacios geográficos; puedo estar en La Habana y ver el episodio de Seinfeld donde Babú, un paquistaní, es deportado porque a Jerry se le olvidó enviar su renovación de visa- episodio que ejerce su poder de reiteración hegemónica, a través de la red. Este episodio demuestra que el país está en control todavía de sus límites, y como dice Chris Brown: “La única identidad a la que le interesa la frontera es el estado porque su desaparición amenaza su existencia”. Lo que más quiere el capital es que no existan fronteras, que el dinero fluya sin problemas, que haya una sola moneda (como fue el caso del Euro en el 2002).

Al mismo tiempo las fronteras se están reforzando, las políticas anti-inmigrantes son una fachada. “América se está mexicanizando más rápido que México se americaniza”, dice Sterling en la línea fronteriza de Tijuana-San Diego, la más cruzada del mundo (50 mil vehículos por día), esta afirmación parece darle mucho miedo a Estados Unidos, que poco a poco trata de recuperar su cultura, con actos de represión, como el de la ley anti-inmigrante de Arizona del 2010. O más sutilmente en medios como el episodio de Seinfeld que te recuerda que si no tienes un papel al día no puedes contar con el Sueño Americano que el país ofrece.

Otro síntoma que se debe tener en cuenta con la sobre-exposición de los medios es la alienación. Ya mucha gente ha escrito de esto, y se han hecho mil experimentos, ejercicios y piezas de arte, pero lo que no ha ocurrido hasta ahora es un catalizador lo bastantemente grande para unir todas las ideas en un abrir de ojos para las masas. Una práctica reciente es la de las intervenciones. En partes del mundo se trata de juntar desconocidos, crearles situaciones pre-escritas para que interactúen y las lleven a cabo. Los resultados casi siempre revelan una necesidad de interacción que los medios digitales les han privado.

En la novela de ciencia ficción Stranger In A Strange Land de Robert Heinlein sobre un joven marciano que llega a la tierra, es aceptado por una comuna de liberales que adoptan sus tradiciones marcianas literalmente y los lleva a crear una iglesia neo-pagana, se presentan series de interacciones que en una sociedad “normal” son pensadas como extraordinarias, pero en la comunidad que ellos crean son las cosas más puras y naturales. En este contexto, la idea de teletransportación se vuelve algo que cualquier humano puede hacer con la mayor facilidad (incluso atarse las agujetas es un reto más grande para el joven), entonces solo cabe pensar que hay cosas que tenemos que ver de distinta manera para poder comprender, la vida en sociedad siendo una.

El 1 de mayo del 2011, el día final de las conferencias sobre el futuro, dijo el gobierno Norteamericano que había capturado y asesinado al terrorista Osama Bin Laden. Esto pone en perspectiva profética las palabras que se dijeron 2 días antes. Donde "La frontera es algo permeable y esta permeabilidad habrá de definirla en el futuro", no hay lugar para errores, todo está planeado, y aunque se tenga que falsificar, o dejar ambiguo- como en el caso de Osama, que extrañamente no ha habido pruebas de registro oficial sobre su dudosa captura, o su entierro debajo del mar con base a costumbres inventadas, lo que queda pensar es cuales fueron las verdaderas intenciones de la noticia. Justo en el momento en que el presidente Obama tenía los ratings de aprobación más bajos, y su gobierno se le tachaba de incongruente, saca eso. Y con ese discurso manipulador sobre seguir con las tropas, seguir con la guerra (saliendo de la boca del recientemente ganador del premio nobel de la paz), solo significa algo para las masas americanas: reelección inmediata.

Chris Nakashima Brown tenía algo de profeta cuando dijo que las fronteras se volverían más fuertes. El contra-ataque que se espera por parte de las organizaciones terroristas como reacción de la supuesta muerte de Osama va a hacer que las líneas fronterizas se delimiten cada vez más.

A esto agregándole que sufrimos de las mismas dificultades tecnológicas en todo el mundo, que vivimos entre edificios abandonados, y lucha por un control de bienes, no es difícil imaginarse un futuro en guerra.

Chris Brown dijo en el mismo encuentro: “La información entiende poco de fronteras. ¿Cree el gobierno chino que la gran muralla detendrá a Facebook?” No, pero lo que sí entiende China es que las fronteras digitales no valen mucho cuando todavía se cuenta con las físicas. ¿Qué significa que en la isla en Playas de Tijuana se practique paracaídismo por miembros del ejército chino? ¿O que hace 2 años les haya llegado una carta para firmar a todos los mayores de 18 años en Estados Unidos para prometerle su lealtad al ejército del país? ¿O que cada vez más se compre oro en cada esquina del mundo? Un cambio en el sistema político se ve venir, una sed por personas como yo que sueñan con invasiones extraterrestres se satisfará. Tal vez no en el futuro cercano, en un futuro imaginario, en notas de cuentistas y ensayistas mexicanos o gringos, o tal vez como un gran chiste de gobernantes aburridos, pero lo que se tiene muy en claro es que para vivir en una era en la que la vida se vuelve más parte de la tecnología que la tecnología de la vida, es necesario tener respiros de vez en cuando.

Junio 1, 2011